Por Stephanie Goldberg (CNN) — Deidre Robinson se sonrojó mientras dos asistentes intentaban cerrar el cinturón de seguridad. Con 140 kilogramos, Robinson sabía que enfrentaría restricciones en el parque de diversiones, pero eso no la hizo sentirse menos humillada cuando le dijeron que no podía subirse a la montaña rusa con su hija.

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