Por Jonathan Anker (HLN) — Esos corazones burbujeantes y helechos espumosos ciertamente lucen bien en tu latte matutino. Son el logro artístico de un hábil barista que sin duda solamente quiere hacerte sonreír. ¿Pero sabes qué podría ser mejor? Ver esa misma sonrisa en tu taza.

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